El embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas, Diego Pery, afirmó este viernes que el Gobierno del expresidente Mauricio Macri realizó “una acción vergonzosa al contribuir con armas letales a la muerte de bolivianos y bolivianas” y señaló que “cooperar para matar no es el camino que nuestros pueblos desean”, al referirse a la presunta colaboración de países latinoamericanos, entre ellos Argentina, en el golpe de Estado ocurrido en su país.
En declaraciones a El Destape radio, el diplomático aseguró que se harán las denuncias correspondientes ante los organismos internacionales y que el Gobierno boliviano “se encargará de profundizar la investigación a través de los mecanismos constitucionales” porque “por un tema de justicia debe responder a esas familias que aún lloran a uno de sus miembros”.
Agregó que el Gobierno boliviano pedirá también que se “investiguen” a las autoridades que estuvieron involucradas en esa supuesta colaboración y también “hasta dónde están implicadas y cómo participaron” y afirmó que con los datos disponibles hoy, se puede afirmar que el golpe fue “una articulación de la derecha latinoamericana” en la que tuvieron parte los gobiernos de los entonces presidentes Macri, Iván Duque (Colombia), Lenin Moreno (Ecuador), y el secretario general de la OEA, Luis Leonardo Almagro.
En este marco, Pery agradeció la reacción inmediata del presidente Alberto Fernández, apenas conocido el informe que daba cuenta de la supuesta colaboración del anterior gobierno de Macri en el golpe de Estado ocurrido en Bolivia en 2019.
Fernández le envió anoche una carta al Gobierno boliviano en la que expresaba su “dolor y vergüenza”, tras conocerse un informe presentado por el canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, en el que se detallaba el armamento que el Gobierno de Juntos por el Cambio habría proporcionado al régimen de Jeanine Áñez en 2019 para reprimir protestas sociales ante el golpe de Estado contra Evo Morales, que tuvo su punto máximo en las llamadas “masacres de Sacaba y Senkata”.
El diplomático calificó de “destacable” la actitud de Fernández, expresada en su carta, y dijo que el mandatario argentino “comprende el contexto donde actualmente nos movemos”.
Agregó que el golpe en Bolivia se llevó a cabo a través de “una estrategia planificada desde intereses hegemónicos”, y sostuvo que fue un intento de “rearticular un Plan Cóndor” que involucró a países latinoamericanos en la desestabilización del gobierno del país vecino.
El embajador asumió que los bolivianos “quedaron sorprendidos por esta actitud” del expresidente Macri hacia un “pueblo hermano de Argentina”.