Cuando faltan diez días para las elecciones legislativas generales, el gobierno de Tucumán, a cargo de Osvaldo Jaldo, el reemplazante interino de Juan Manzur, el jefe de Gabinete de Alberto Fernández, comenzó hoy a distribuir un subsidio de $5000 para asistir a personas en situación de vulnerabilidad. Es una práctica clientelar conocida para el binomio gobernante: ya lo habían hecho en 2019, con la veda electoral en curso, y antes de alzarse con otro triunfo en un distrito en el que el PJ es la fuerza hegemónica.
El gobierno provincial activó hoy el empadronamiento de beneficiarios y el reparto de dinero en la sede del Hipódromo, en los suburbios de San Miguel de Tucumán. Se registraron desde temprano largas filas de interesados en acceder a la ayuda estatal.
Entre agosto y septiembre, antes de las elecciones legislativas primarias, Manzur elevó por decreto el tope mensual del sistema de subsidios para personas e instituciones “en situación de vulnerabilidad social”. Mediante tres normativas, publicadas de manera escalonada, el gobernador tucumano, ahora en uso de licencia para ejercer como jefe de Gabinete nacional, subió de 130 a 300 millones de pesos los fondos mensuales para la asistencia. La decisión de Manzur se dio en la víspera a las PASO, en plena campaña electoral contra su vicegobernador, Osvaldo Jaldo, que lo enfrentó en las urnas el 12 de septiembre último y perdió por unos 100.000 votos, aproximadamente.
IGNORANCIA, TOQUETEOS Y ERRORES
Durante las semanas previas a las PASO, Jaldo denunció a Manzur por la asistencia a miles de personas en el hipódromo. “Quiere comprar la voluntad de los tucumanos con el objetivo de poder lograr su re-reelección”, acusó el ahora gobernador. Ahora, aliados nuevamente, Manzur y Jaldo dispusieron reactivar la ayuda otra vez antes de las elecciones generales del 14 del mes en curso. En Tucumán se elegirán representantes para las tres bancas en el Senado de la Nación y se renovarán cuatro escaños en Diputados. En las PASO, entre las dos listas que presentó el oficialismo logró un 50% de los votos.
El circuito de los subsidios está aceitado en la provincia y en cada víspera electoral. La policía certifica que los beneficiarios, en su mayoría desocupados, no cubran las necesidades básicas y luego le habilitan la identidad a la AFIP para cruzar los datos y verificar que esas personas no posean ingresos ni un trabajo estable. Tras este filtro, DNI en mano, el beneficiario puede alzarse con dinero efectivo en la mano. Estos subsidios son otorgados por la Casa de Gobierno a través del sistema establecido por el decreto 125/1, creado en 2000 para asistir a personas en situación de vulnerabilidad.